Apocalypse

El proyecto Apocalypse surge en verano de 2003 cuando Mario Martín, comisario de la exposición que el centro Saramago de Granada organiza sobre la obra homónima del pintor Keith Haring y el escritor William Burroughs, propone a Juan A. Salinas y Alejandro Martín, guitarrista y cantante, respectivamente de MAINE y veteranos de la escena punk-hardcore granadina, musicar la muestra. Con la adición de Francis Martín del grupo MONNA LISA y antiguo teclista de CECILIA ANN, que aporta las bases y programaciones, el núcleo se completa y trabaja en frenética actividad. Componen y graban en tiempo récord 11 canciones partiendo de los 10 textos (1 introducción) que el visionario Burroughs contrapuso a las 10 serigrafiás de Haring que componían la obra original, bajo la producción de Harold Burgon (técnico de sonido de la ultimísima formación de los Beatles y de otros conocidísimos grupos y solistas –Alvin Lee, My Bloody Valentine, The Pogues, The Screaming Blue Messiahs, Terrorvision…) Lejos de limitarse a proporcionar una base incidental a las palabras y conformar un simple trabajo de trasfondo, la apuesta es asimilar el concepto original de trabajo interdisciplinar y marcar el relieve de la experiencia musical, tomando los textos como punto de partida para desarrollar canciones de entidad propia y diferenciada. El resultado son 11 temas que fluctúan entre la desnudez del acercamiento minimal (Mariners), y la yuxtaposición de elementos simples que al acoplarse conforman complejas pero gráciles canciones, con reminiscencias de bandas como FUGAZI o de las propias técnicas literarias de Burroughs (Last act-This is). Entre la contención dramática que parece brotar de la más estricta intimidad sonora (Skycrapers II) y el paroxismo liberador del clímax de la experiencia artística (The planet). Desde la asunción deliberada y consciente de anteriores acercamientos al concepto burroughsiano (The household appliances) pasamos a la subordinación del texto que abandona su asimetría semántica característica para plegarse a la simetría melódica que la música propone (El díptico que forman Skycrapers y Oh don´t bother). Momentos que evocan las más sutiles piezas de SONGS FOR DRELLA (At my back) y momentos que nos devuelven a la urgencia del punk de gesto helado propio de unos WIRE o unos primeros PIL (Force). Apocalypse supone una inmersión en la autoconciencia musical, aunando la exploración de nuevas sensibilidades con el apego a las canciones como misteriosas suministradoras de magia y revelación. Una entidad que funciona por si misma estructurándose como una obra compleja que bucea en las posibilidades que estilos como el postrock, el emocore o incluso el trip hop para emerger con una propuesta cuidada y precisa, nada habitual por estos pagos, una propuesta que merece una atención concreta como experiencia sonora, alejada de postracismos artificiales y deudas contraídas con la propia ortodoxia de la inercia mas estulta. Allen Ginsberg dijo que la prosa de Burroughs era tan densa en imágenes como cualquier poesía que se pudiera considerar. La música de este disco acentúa esa cualidad poética que esconde el aparente hermetismo de la fraseología típica del escritor embarcándola en un viaje hacia la pureza e inmediatez de la música mas sincera. Nada es verdad-todo esta permitido, luego todo es ilusión, sueño… ARTE. Manhattan, Washington y Bristol se han mudado a Granada. El flautista de Pan hizo caer el cielo… DEJA QUE DESCIENDA.

Discografía

Apocalypse

Digital (2004) Ref. 21330CD

Info

Video Apocalypse El proyecto Apocalypse surge en verano de 2003 cuando Mario Martín, comisario de la exposición que el centro Saramago de Granada organiza sobre la obra homónima del pintor Keith Haring y el escritor William Burroughs, propone a Juan A. Salinas y Alejandro Martín, guitarrista y cantante, respectivamente de MAINE y veteranos de la escena punk-hardcore granadina, musicar la muestra. Con la adición de Francis Martín del grupo MONNA LISA y antiguo teclista de CECILIA ANN, que aporta las bases y programaciones, el núcleo se completa y trabaja en frenética actividad. Componen y graban en tiempo récord 11 canciones partiendo de los 10 textos (1 introducción) que el visionario Burroughs contrapuso a las 10 serigrafiás de Haring que componían la obra original, bajo la producción de Harold Burgon (técnico de sonido de la ultimísima formación de los Beatles y de otros conocidísimos grupos y solistas –Alvin Lee, My Bloody Valentine, The Pogues, The Screaming Blue Messiahs, Terrorvision...) Lejos de limitarse a proporcionar una base incidental a las palabras y conformar un simple trabajo de trasfondo, la apuesta es asimilar el concepto original de trabajo interdisciplinar y marcar el relieve de la experiencia musical, tomando los textos como punto de partida para desarrollar canciones de entidad propia y diferenciada. El resultado son 11 temas que fluctúan entre la desnudez del acercamiento minimal (Mariners), y la yuxtaposición de elementos simples que al acoplarse conforman complejas pero gráciles canciones, con reminiscencias de bandas como FUGAZI o de las propias técnicas literarias de Burroughs (Last act-This is). Entre la contención dramática que parece brotar de la más estricta intimidad sonora (Skycrapers II) y el paroxismo liberador del clímax de la experiencia artística (The planet). Desde la asunción deliberada y consciente de anteriores acercamientos al concepto burroughsiano (The household appliances) pasamos a la subordinación del texto que abandona su asimetría semántica característica para plegarse a la simetría melódica que la música propone (El díptico que forman Skycrapers y Oh don´t bother). Momentos que evocan las más sutiles piezas de SONGS FOR DRELLA (At my back) y momentos que nos devuelven a la urgencia del punk de gesto helado propio de unos WIRE o unos primeros PIL (Force). Apocalypse supone una inmersión en la autoconciencia musical, aunando la exploración de nuevas sensibilidades con el apego a las canciones como misteriosas suministradoras de magia y revelación. Una entidad que funciona por si misma estructurándose como una obra compleja que bucea en las posibilidades que estilos como el postrock, el emocore o incluso el trip hop para emerger con una propuesta cuidada y precisa, nada habitual por estos pagos, una propuesta que merece una atención concreta como experiencia sonora, alejada de postracismos artificiales y deudas contraídas con la propia ortodoxia de la inercia mas estulta. Allen Ginsberg dijo que la prosa de Burroughs era tan densa en imágenes como cualquier poesía que se pudiera considerar. La música de este disco acentúa esa cualidad poética que esconde el aparente hermetismo de la fraseología típica del escritor embarcándola en un viaje hacia la pureza e inmediatez de la música mas sincera. Nada es verdad-todo esta permitido, luego todo es ilusión, sueño... ARTE. Manhattan, Washington y Bristol se han mudado a Granada. El flautista de Pan hizo caer el cielo... DEJA QUE DESCIENDA.

Tracklist

1- Mariners 2- Last Act 3- The Planet 4- Cherry-Pickers 5- The Household appliances 6- Skyscrapers 7- Oh don´t bother 8- At my back 9- This is 10- Force 11- Skyscrapers II

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