Milinko es el homenaje al artífice del único doblete atlético por parte de Luis Rozalén, un personaje fundamental en la expansión de la música electrónica de baile española desde finales de los ochenta, no sólo por sus grabaciones como HD Substance -dos elepés en Elefant y maxis repartidos en sellos de toda Europa-, sino por su activismo comprometido desde el periodismo o la mesa de disck-jockey. Tres años después del estreno de Milinko con el EP para Boozo Customes, Luis vuelve a adoptar el nombre de pila de Pantic en un álbum que insufla nueva vida a algunos temas ya publicados anteriormente, recupera otros olvidados en el arhivo y descubre nuevas composiciones. En todos ellos deja bien claras sus preferencias por las viejas escuelas de Detroit y Chicago, donde el techno y el house pretenden ser algo más que una coartada para el desfase nocturno y dejan abierta la puerta a las emociones o el relax. El disco comienza con el oscuro rollo espiritual de Mantra Mope y termina con un directo cósmico en el club Nitsa de Barcelona. A lo largo de los once temas que los separan, todos debidamente comentados en primera persona por el autor en un libreto muy interesante para connocer sus inquietudes musicales y personales, Milinko decora el trayecto con dosis de electro, breakbeat a cámara lenta, referencias al dub digital de Basic Channel, la etapa Blue Moday de New Order o el house sensual de Lil Louis, techno quemapistas y agradables viajes mentales que le confiraman como una de las cabezas más priviliegiadas de nuestra escena electrónica. No debe tener dudas de que efectivamente sirve para esto.